Estoy enamorado... de tus zapatos.

Cuantas veces habremos visto esos zapatos que creemos únicos, que ningún otro par puede superar...

Que equivocados estábamos; todos esos zapatos sólo nos crean ampollas, nos despellejan los dedos, nos destrozan el puente, nos agrietan los talones...

Pero el destino es curioso, y más para un comprador que quiere, y tiene ganas de comprar...

Cuando menos te lo esperas, los encuentras... son esos zapatos que están hechos para ti... que alguien fabricó pensando en ti... que cupido ha hecho que te enamores de ellos porque estaban predestinados para ti...

Y que efímero es el amor, que incluso en la moda se te puede esfumar tan rápido como el primer beso de amor... y es en esto donde entran varios factores: no hay de tu talla, del color que quieres, son muy caros...

Pero esos factores no tienen importancia alguna cuando lo que pasa es que esos zapatos pertenecen a otra persona... otra persona que es feliz con ellos y que tan feliz hace a este par...

Sin duda, la moda, como el amor y el dinero, no están hechos para todas las personas... aunque te hayas enamorado, aunque te hayas ilusionado...

Al fin y al cabo, el ticket es de otra persona que no tiene intención de descambiarlos...

Y es ahora cuando decido enterrar este sentimiento bajo tierra... muy adentro... en una caja de zapatos...